sábado, 18 de mayo de 2013


Dimensiones


¿Qué son las dimensiones? ¿Qué significa el cambiar de dimensión?


Todos los antiguos calendarios y profecías de nuestros ancestros hablan de una nueva Edad de Oro. Una época donde la potencialidad humana será expandida permitiéndonos manejar cualidades psíquicas, una consciencia mayor a la que actualmente tenemos y un entorno donde la armonía y el amor serán predominantes. 
Este despertar ya está sucediendo y se manifiesta a diario en nuestras vidas. No solo estamos despertando nosotros sino que todo el planeta esta evolucionando a octavas vibratorias superiores. Como todo proceso de cambio muchas veces lo percibimos, mientras lo transitamos, como algo traumático, para luego darnos cuenta en el tiempo, del significativo crecimiento que este nos trajo. 
El despertar está asociado a la nueva conciencia también llamada conciencia crística o búdica, esta tiene que ver con el reconocimiento colectivo de nuestra esencia, con el saber que todos somos uno. El despertar dimensional ha llegado para quedarse. 
¿Pero que son las dimensiones? ¿Qué significa el cambiar de dimensión? 
Las dimensiones son los diferentes estados de la existencia que experimentamos durante el camino hacia el Ser Único. Es decir son los pasos evolutivos que el Ser decidió experimentar para regresar a la fuente divina. Todos los niveles dimensionales se encuentran en el aquí y el ahora, la diferencia es la longitud de su onda o frecuencia. Las dimensiones son frecuencias dentro de la cual vibramos, también son podríamos decir niveles de conciencia, son algo parecido a las bandas de radio con sus frecuencias y estaciones. Existen siete dimensiones perceptuales que se corresponden a la octava dimensional donde se encuentra la Tierra en estos momentos. Igualmente existen otras dimensiones que se corresponden a otras octavas vibratorias que se encuentran actualmente fuera de nuestra comprensión humana. 
Cambiar de dimensión significa expandir nuestra conciencia, es famosa la historia del personaje animado que vivía en un papel y cuyo mundo era totalmente bidimensional o plano, asi su cerebro había aprendido que asi era su realidad formada por puntos y líneas sobre un inmenso plano blanco. Era Inconcebible para el pensar en objetos con volumen o tridimensionales. Asi es para nosotros un imposible desde nuestras creencias, pensar el realidades que no sean la conocida, ya que nuestro cerebro esta entrenado a percibir de una manera determinada. Entonces, cambiar de dimensión es expander nuestra forma de percibir la realidad, de ver las cosas. Ahora nos encontramos pasando a una realidad mas energetica, que se parece mas al mundo de los sueños y la imaginación. 
A pesar de que pienso que las clasificaciones son limitantes y lineales, que la realidad siempre las supera, me voy a basar en una clasificación para poder explicar las diferentes dimensiones, haciendo la salvedad de que estas siempre están interconectadas, y que forman parte de un sistema de intercambio dinámico radial y vibratorio. 
La Primera dimensión es la encargada de convertir a la energía en materia, es la frecuencia básica de los
átomos y las moléculas, por lo tanto es la dimensión del microcosmos, es la frecuencia vibratoria de activación del ADN . Se puede decir que maneja un nivel de consciencia elemental referido al cumplimiento de funciones, o sea una consciencia puntual, sabe como dirigirse de un punto a otro. Los minerales y el agua vibran en esta frecuencia, los minerales son el aspecto cristalino de la misma, el agua el aspecto liquido de la misma. Se encuentra en los fluidos y las corrientes eléctricas del cuerpo humano, activa el código genético e impulsa energéticamente el sistema celular. Si tomaramos como metafora al ser humano para describir las dimensiones, podriamos decir que la primera dimensión la experimentamos en la etapa prefetal, donde somos un conjunto de potencialidades con un programa de division celular y mantenimiento de funciones. Todas las dimensiones funcionan a todas las escalas y las de esta octava son las mismas en todo el universo.
La Segunda dimensión es la frecuencia donde existen la mayoría de los animales y las plantas. Es tambien física e impulsa la identidad biológica. Es la vibración que mantiene la unión entre las especies, lo que se ha llamado el inconciente colectivo de las especies, es decir es la forma como se reconocen los animales de una misma especie para cumplir con sus funciones reproductoras. No posee diferenciación individual, ni autoreconocimiento. En este nivel de conciencia no hay referencia temporal espacial. La conciencia es linea
l o bidimensional. A nivel geométrico se corresponde con las formas planas como el círculo, el cuadrado etc. Es la responsable de la variedad biológica y de todas las energías que se encargan de propiciarla como las fuerzas elementales de la naturaleza. Podemos tomar como ejemplo las bandadas de pájaros que actúan cordinandamente como un todo, o los cardúmenes de sardinas, ambos han sido objeto de estudio y se ha comprobado que actúan como un cuerpo conciente donde cada uno de los miembros mantiene una distancia matemática entre ellos y que solamente rompen la formación cuando son atacados por al Siguiendo la metafora del ser humano, la segunda dimensión se podría compara con la etapa fetal, flotamos siendo uno con el entorno, en un estado no egóico, sin referencia temporal/espacial.
La Tercera dimensión es donde existimos los seres humanos, también es física y el tipo de conciencia de esta vibración es volumétrica o tridimensional, a nivel geométrico se perciben formas como el cubo y la esfera y los sólidos
platónicos. Hay una percepción lineal del tiempo y el espacio, con la capacidad de recordar el pasado, proyectar el futuro estando en el presente. Se basa en la polaridad y la ilusión de separación, en el desarrollo de la identidad individual y la perdida del sentido grupal. Esta es la frecuencia donde nos hacemos conscientes de nosotros mismos, desarrollamos el ego y creemos que estamos separados del todo. Es en esta dimensión donde nos percibimos más separados del todo que en ninguna otra, por lo tanto es aquí donde al Ser Único se le presentan mas retos de integración y crecimiento. En el ser humano comienza a partir del segundo año de vida, cuando el niño empieza a diferenciarse del entorno como individuo, a expresar sus deseos, a formar su ego. Es una etapa de aprendizaje muy importante, donde comienza la fragmentación. En tercera dimensión experimentamos un proceso de división del Ser que produce lo que llamamos personalidad. Es parte del trabajo de evolución el recoger y juntar todas las partes.
La Cuarta dimensión es la frecuencia donde regresamos a la conciencia de integración grupal, sin pérdida de la individualidad. Esta frecuencia ha sido llamada zona arquetipal o inconsciente colectivo, es el lugar
donde residen los sentimientos, las emociones y los sueños. En esta dimensión percibimos el tiempo en oleadas cíclicas o en forma de espiral. Existe en un campo cuántico donde se presentan simultáneamente todas las alternativas y posibilidades. Es la frecuencia de la sincronicidad, la empatía y la telepatía. Es la última dimensión donde experimentamos con el cuerpo físico como vehículo de aprendizaje. En esta frecuencia percibimos la multidimensionalidad y nos damos cuenta de nuestra responsabilidad, al hacemos consciente que cada una de nuestras acciones afecta el todo.
En estos momentos nos encontramos despertando a la conciencia de cuarta dimensión y la sentimos sobrepuesta sobre la tercera, por eso a nivel humano estamos pasando por la necesidad de compartir con grupos, revisar nuestras relaciones, buscar sanación y crecimiento con terapias. También es la causa del desmoronamiento de estructuras físicas, económicas y políticas por mucho tiempo establecidas, que ya no se corresponden con esta nueva vibración. Y cada vez vamos a ver más cambios a todos los niveles de aquello que no se corresponda con la nueva energía. 
El cambio dimensional es a todas las escalas, no solo lo estamos experimentando los seres humanos sino también la Madre Tierra y a una escala mayor toda la galaxia. El cambio dimensional no sucede de un día para otro sino por capas paulatinas de conciencia. Una vez que estemos alertas en la cuarta dimensión se abrirán suavemente las puertas a quinta y sexta. Aceptar la conciencia de cuarta dimensión es lo que se ha llamado el salto cuántico y es el paso más difícil del cambio dimensional ya que este implica un profundo cambio de creencias. La cuarta dimensión es el portal hacia la conciencia Crística. La conciencia Crística es aquella conciencia colectiva que se reconoce a sí misma como Unidad. 
La quinta dimensión es la frecuencia de la sabiduría y es totalmente pura energía. Es donde se encuentran los Maestros Ascendidos y los espíritus guías. En quinta experimentamos el fundirnos con el grupo de almas al cual pertenecemos vibracionalmente y al Ser superior o Multidimensional. Es la dimensión donde
recordamos quienes somos y despertando nuestra sabiduría interna. Es en esta dimensión donde se experimenta la conciencia grupal que forma un solo Ser de mayores dimensiones. Es una frecuencia energética, no física. El tiempo es un continuo, solo existe el ahora eterno. Muchos de los seres que están en esa dimensión al contactarse con su sabiduría, escogen ser los guías espirituales de los que estamos en la dimensión física, como parte de su servicio en el proceso de evolución. Muchos de los seres canalizados hoy en día que se presentan como una conciencia de grupo están en quinta dimensión, así mismo cuando hacemos contacto con nuestro Yo Superior estamos viviendo una experiencia de quinta. Como es una dimensión de luz percibimos holográficamente y en formas lumínicas de una gran intensidad, muchas veces geométricas. 
La diferencia entre quinta y sexta así como entre sexta y séptima no es tan evidente como la de cuarta y tercera, a partir de quinta las dimensiones se encuentran solapadas o fundidas y sus fronteras son difusas, esto es debido a que estamos hablando de energía y no de materia. 
La sexta dimensión es la frecuencia que se ha llamado Crística o Búdica, porque es allí donde se llega el
estado de remembranza total, donde se toma responsabilidad por el todo y se es el todo. Es un estado de conciencia compasiva, la famosa iluminación. Es el regreso a casa, al Ser Único. En sexta el proceso de evolución del Ser y el Todo se experimentan como Uno, es el lugar de la conciencia ilimitada y unificada. Esta frecuencia se manifiesta como individual y colectiva simultáneamente. La sexta dimensión es la creadora de las matrices morfogénicas que se manifiestan en otras dimensiones como tercera, segunda y primera. Estas matrices son las formas geométricas y las redes que llamamos geometría sagrada ,son los patrones geométricos de luz creadores de vida y responsables de su materialización.
La séptima dimensión es la frecuencia de la integración total, ya no quedan partes dispersas, la conciencia se experimenta multidimensionalmente, es decir se tiene conocimiento de las partes que alguna vez estuvieron
desmembradas en el pasado con una nueva perspectiva de integración. Allí se encuentran los seres que están y son puro amor. Es una dimensión energética donde no existe la forma. Es la dimensión del reino angélico y las conciencias de luz pura.
La octava es la dimensión de la mente del grupo y es allí en donde harán contacto con la parte tan inmensa de quienes son. Se caracteriza por la pérdida del sentido del “yo”. Cuando viajan multidimensionalmente es aquí en donde tienen los mayores problemas tratando de mantener sus consciencias unidas, simplemente porque son puro “nosotros”, funcionando con objetivos de grupo. Así pues, podría parecerles como si se hubieran quedado dormidos o en blanco. 
La novena dimensión, bajo este esquema que estamos usando, es el plano de la consciencia colectiva de los planetas, los sistemas de estrellas, las galaxias y las dimensiones. Aquí, de nuevo, es muy difícil mantene
r una consciencia del “yo”: son tan inmensos que todo es “ustedes”. Imagínense ser la consciencia de una galaxia. Cada forma de vida, cada estrella, planeta y mente de grupo de cada especie en ella es “ustedes”. Si visitan esta dimensión, será muy difícil mantenerse conscientes.
Las dimensiones diez a la doce constituyen el Ámbito de la Creación Más Elevada. La décima es la fuente de los Rayos, el hogar de lo que denominamos los Elohim. Es aquí en donde la Luz se diferencia. Es el origen de los planos de la creación que se envían a los niveles del Ámbito de la Creación Intermedia. Pueden tener un sentido del “yo” en este nivel pero no se parecerá al que están acostumbrados aquí. 
La undécima dimensión es la de la realización de la Luz, es decir, el punto antes de la creación, el de un
estado de expectativa muy deliciosa, similar al instante que precede a un estornudo o a un orgasmo. Es el ámbito del ser conocido como Metatrón, el de los Arcángeles y el del Akásico Superior para este sistema de la Fuente. Hay registros akásicos para los planetas y las galaxias, al igual que para el sistema completo de la Fuente. Ustedes están en uno de los muchos sistemas de la Fuente. Es así, pues, que les estamos describiendo apenas un sistema de la Fuente. Uno entre muchos, éste. Si van a otro sistema de la Fuente, lo que experimentarán será distinto. Como Arcángel que soy, mi hogar base es la undécima dimensión. Venimos a ustedes como mensajeros.
Después de todo, eso es precisamente lo que significa la palabra “arcángel”. Es una de mis funciones pues poseo muchas. Tengo una de Elohim que no se puede describir con palabras. Tenemos muchos, muchos tipos de tareas.
La duodécima dimensión es la del Punto Único en la cual toda la consciencia se reconoce a sí misma en unicidad completa con Todo Lo Que Es. No existe ninguna separación. Si se conectan con este nivel, ustedes sabrán que son completamente uno con Todo Lo Que Es, con la fuerza creadora. Si hacen contacto con esta dimensión, ya nunca más volverán a ser los mismos otra vez porque no podrán sostener el mismo tipo de separación una vez que hayan experimentado la unicidad completa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario